Una sola hora. Sin viajar. Sin hablar. Y algo en ti cambia.
En Can Frare, trabajamos con maestros en su oficio, en los que confían quienes mejor conocen la isla. Estos son los masajistas más experimentados de Ibiza, y ellos acuden a ti. Sin coches. Sin llamadas. Solo calma.
Hemos creado tranquilos rincones en toda la finca: bajo vigas de sabina, junto al muro del jardín o escondidos bajo suaves doseles de lino. Son lugares donde el mundo exterior ya no importa. Donde puedes sumergirte, exhalar y olvidar el tiempo.
Así es como debe ser un masaje: lento, experto y profundamente reparador. No solo te hace sentir bien, sino que le dice a tu cuerpo que puede volver a casa. Lo notarás en tus hombros. En tu respiración. En la forma en que tu mente se aquieta.
Un invitado dijo que podía oír cómo las cigarras se desvanecían a medida que la tensión en su cuello se disolvía.
Esta casa alberga un espacio de quietud. Solo tienes que llegar.
Y si lo quieres, solo tienes que pedirlo. Nosotros nos encargaremos del resto.
La quietud no es algo que se reserva. Es algo que se recuerda. Y una vez que te encuentre aquí, querrás volver.
Fotografía: Martin Miller
Terapia de masaje deportivo por @bodytech_by_antonia
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